Mi hijo se acerca...me coge por el cuello, me acerca a su carita y...muacc...me da un intenso beso...
Minutos más tarde, viene corriendo con su patinete...y vuelve a repetir...muacc...más fuerte, más intenso...
"Para que no tengas envidia de nadie, mamá, te quiero", entiendo que me dice...
Resultado?...No tengo envidia...ya no...Hasta la próxima...
Ah!!...SE ME OLVIDADA...Era la primera vez que hacía esto...La verdad es que estos gestos de amor de mi hijo...cómo ayudan a dejar atrás tristezas...
ResponderEliminar¡Qué lindo! Te darían ganas de comértelo :)
ResponderEliminarUn beso. Tan leve, tan frágil, tan fugaz y sin embargo mueve montañas, emociones y dudas. Un beso Mei.
ResponderEliminarLo que te digo siempre,tan pequeños y venga a darnos lecciones.No sé si ya te lo he dicho otras veces,pero una amiga terapeuta me recomendó escribir todo este tipo de cosas en una libreta con su fecha y así cuando estés ploff,pues te lo lees y te da el subidón para seguir adelante.Besos.Silvia
ResponderEliminarYo he decidido meter esos sonoros e intensos besos envueltos en un pañuelo finito de hilo, me los despego de la cara y los guardo con cuidado en el pañuelo doblado y así cuando me duele el alma me coloco el pañuelo en el pecho y todo parece volver a mejorar
ResponderEliminarOhhhhhhhh, para comérselo. Besos
ResponderEliminarJoder, sin palabras me ha dejado.
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