Hong está cambiando...con respecto a mí...lo noto, lo veo, lo compruebo, y sobre todo, lo siento...Se está despertando en él la necesidad de estar junto a mí en determinados momentos del día que antes, sólo compartía con PAPÁ...
Uno de ellos es...la hora del sueño...
Desde nuestro encuentro, Hong no soportaba que yo lo tocara a la hora de dormir, sólo quería a su padre...y así llevaba casi estos dos años de convivencia en nuestro hogar. un comportamiento que pudo ser el resultado de muchas circunstancias, una de ellas, lo admito, el rechazo, que generó en mí, la experiencia traumática del inicio de nuestra vida juntos como madre e hijo.
Pero...ahora todo está cambiando.
Desde hace unos pocos días...me busca cuando llega ese momento...lloriquea con papá hasta que yo lo cojo y lo calmo...se acurruca en mis brazos, se tranquiliza y se duerme...feliz...
Me busca cuando hay que dar mimos tranquilizadores, cuando hay que ofrecer cariños calmantes ante una caída o golpe, cuando hay que dar mucho amor ante una regañina de papi...Hong se ha abrazado, por fin, a mí.
Me busca para que ejerza de madre...y yo estoy entre sorprendida, agradecida e ilusionada...por él y por mí misma...el comportamiento de Hong está facilitando que, entre abrazos y besos, le pida perdón a mi pequeño por la inicial lejanía que tuve con él; que pueda recuperar el tiempo perdido; que sepa ser su madre en la plenitud de la maternidad..., él está permitiendo que nuestra unión se haga aún más fuerte y profunda...Gracias Hong...qué sabio eres, hijo...
Se vinculó a su padre y ahora desea hacerlo contigo. Buen sintoma. Lo importante es que hubo un alguien especial para él.
ResponderEliminarMadre o cuidador primario, que más da. El eligió y su padre le dió la replica emocional, porque estuvo suficientemente disponible. ¿Cuando te vas a perdonar?
Todo marcha Mei, todo va, a pesar de tus dudas creo firmemente que llegasteis a tiempo. De los tres primeros años de vida, que son vitales, solo se ha perdido uno. Si ya sé, que me vas a contar...
Un beso
Ahí está el problema, Concha, no me perdono muchas cosas, no estoy preparada para hacerlo...aún no me perdono no estar disponible en los tres primeros meses de vida familiar de mi hijo, para él, tal y como lo estuve con mi hija...disponible para amortiguar sus miedos, para cubrir sus necesidades y calmar sus ansiedades...Aún no me lo puedo perdonar...espero pronto poder redimirme, pero eso sólo lo puedo hacer yo...cuando mi yo interno quiera...y pueda...Gracias, Concha...por entenderme tan bien y comentar mis pensamientos y saber empatizar con mi espíritu...
ResponderEliminarQue bien...me alegro mucho!! lo estarás disfrutando un montón!!!
ResponderEliminarMil gracias por participar en mi inciativa!!!