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lunes, 21 de marzo de 2011

Pienso en ellos...

En su madre y padre biológicos., lo hago en el día del padre..¿cómo me los imagino?...A los 4...a los de mi primer retoño, pero especialmente a los de Hong.
Esta pregunta y esta imagen, de ellos, entre otras, nos persigue a los padres y madres adoptados. Vemos las caras de nuestros hijos y podemos atisbar las de sus progenitores...en los que siempre intento pensar en positivo, deseo lo mejor para mis hijos, y por eso deseo que nacieran de lo mejor, aunque la realidad sea otra, en verdad. Pero la mente es tan libre...al menos, lo intenta...ahí estamos nosotros para sujetarla si es que se va por vericuetos indeseados...
Cuando llegó Hong, la realidad de su nacimiento y sus orígenes biológicos, soñadas con mi primer retoño, se esfumaron...las preguntas se ampliaron y tomaron otros matizes, he ido más lejos en el abanico de posibilidades, pues, mi hijo padece una discapacidad y...¿ellos?. Me imaginé a unos padres biológicos de todas las maneras posibles, con historias múltiples, con vidas miles,

Serían sordos, como él?, o no?
Serían discapacitados, como él?, o no?
Serían pobres.
Tendría sólo a su madre?
O sólo tendría padre?
Serían campesinos.
Serían gentes sencillas.
Serían padres asustados al encontrarse con un hijo diferente al que imaginaron?
Serán ellos malditos por padecer ellos una minusvalía?

Todas estas preguntas sin respuestas, que pueden ser infinitas, son posibles realidades en las que puedo acertar al imaginar, o no.
Es tan poco lo que sabemos de nuestros hijos...y de sus orígenes, que todo cabe en las historias que debemos imaginar por ellos y por nosotros...
Pronto averiguaré más de ellos, al menos los genes que que formaron a mi hijo y que pudieron transmitir las dos personas que le dieron vida...a través de Hong podré definir más las siluetas imaginadas...o no?.

2 comentarios:

  1. Me has tocado profundamente con tu entrada.
    Mira Mei, yo conozco perfectamente los origenes de mi hijo, conocí a sus padres mucho antes de su nacimiento, les quise, les quise mucho.

    Y eso no me da respuestas a nada, mas bien al contrario, no entiendo nada, y creo que no lo procesaré jamás, y lo que es peor, ¿cómo voy a ayudar a mi hijo?. Yo no sé como contar a un niño de siete años que criamos como hemos sido criados, o que aprendemos a ser padres mientras somos hijos, y que sus padres no tuvieron la posibilidad de hacerlo. ¿Como le cuento a mi hijo que su trastorno de apego, que tantas dificultades le plantea, se debe a no haber sido querido, bientratado, único y especial para su madre?

    Creeme Mei, hay momentos en los que preferiría no saber.

    Un beso

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  2. Y los que no sabemos nada...qué hacemos?...tenemos que imaginar en neutro, sin ir lejos, sin quedarnos demasiado atrás, en positivo pero sin estusiamo, aunque sin negatividad...qué difícil, dar respuestas sin ningún dato. Quizás hablo así porque no tengo datos, precisamente, si los tuviera como tú, es posible que los repudiara y nos los hubiese querido conocer...pero el fondo, Concha, es el mismo...yo tendré que contarle a mis hijos igual que tú al tuyo...su existencia inicial sin apegos, cariño, ni conocimientos de sus progenitores...pero el dolor para ellos será igual...el abandono, el no te quiero, el te dejo,lo tienen ambos...Eso sí, la que se llevará mayor sufrimiento serás tú, porque conoces la auténtica realidad de tu hijo...yo podré construir unas historias, del "adios", de la "entrega", más amables para ellos...tu corazón se partirá quizás en más trozos que el mío, pero ambos se partirán...y nuestros hijos sentirán igual, que sus padres bio no se quedaron con ellos...

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