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jueves, 24 de marzo de 2011

miradas



Creía que estaba acostumbrada a ellas y que lo tenía ya superado, son ya 5 años con una hija china y dos con otro hijo también chino y eso, aún, sigue chocando y más cuando descubren un aparato por encima de su oreja y una nariz que se implanta en la cara un tanto torcida...pero no, se ve que no lo tengo realmente superado, el menos con Hong...Hemos ido de excursión con la clase de mi hijo al un mercado...y he experimentado, una vez más, qué significa "que se te clave una mirada". Y es que las hay para todos los gustos...
Unas expresan lástima, una pena profunda por mi hijo..."qué pena de criatura, pobrecito", me dicen los ojos de muchos padres y madres...
Otras expresan indiferencia, una distancia infinita..."como a mí no me ha pasado"...hablan otros ojos...
Otros ojos reflejan insolidaridad y exclusión..."ven, mi vida, aquí, con estos niños"...
Lo cierto es que ayer me dí cuenta de que hay muchas miradas que me dañan, aunque no sea su propósito, que no lo he superado del todo...y otras, tan benevolas y caritativas que me ofenden por su pupila lastimosa...
Será que estoy con la piel fina, pero...ayer no fue un buen día, me agobiaron las miradas...Hong, ajeno a todo, disfrutó tocando naranjas, tomates, y viendo peces...en el mercado...

8 comentarios:

  1. Disfruta de tus pequeños, al final uno se da cuenta que lo importante son ellos,que ellos sean felices, que mas da lo que piense el resto del mundo!! Yo tengo una amiga que tiene un peque de China y otro de Mali, imagina cuantas miradas sin conocimiento le llegan... Hay que pensar en uno mismo, en tu familia... vive por ellos y con ellos, que te dén igual las miradas ajenas... solo son eso, miradas. Un beso para tus peques.

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  2. Me uno a la reflexión de Irene, que más da lo que piense la gente, lo que realmente importa es que tus hijos sean felices y crezcan en el respeto y la tolerancia eso los hará más libres.
    A mi hija, cuando llegamos de China, también la miraban mucho, primero a ella después a mi y después otra vez a ella, con incredulidad, no hay muchos niños chinos adoptados en mi ciudad. Al principio todo el mundo le decía que mona, que guapa, y es que es verdad, Leire es muy guapa, pero creo que llegó un día que a ella empezó a molestarle y llegó a decirme: Mama, no quiero ser guapa. Pero todo con el tiempo se amortigua y ahora aunque de vez en cuando sigo notando esas miradas creo que las dos hemos aprendido a ignorarlas.
    Isabel

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  3. Me duele por él, para cuando a él le duela...para cuando le haga sentirse diferente por sus rasgos, por su discapacidad, por su físico...tres elementos que sanar, tres realidades contra las que avanzar...
    También me dolía de mi hija, con el tiempo...me ría de mi primitivo dolor...Con mi hijo tengo que seguir ensayando y aprendiendo...de él me pueden doler más cosas.
    Lo único que quiero es que a ellos no les duela o lo haga lo menos posible...ayer, me dolió que mi hijo diera pena, lástima...fue una secuencia que espero que sea fugaz...y la vuelva a eliminar...cuanto antes...Gracias, amigas...

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  4. Como te entiendo, y mira que todavía no tengo a mi hij@s aquí,..., pero lo has definido magníficamente esta sensación de impotencia antes esas miradas excluyentes, de lástima,..., ...,...,
    Yo también me creía una superwoman en cuestión a estos temas..., y sí, me estoy dando cuenta que todavía me duelen,..., a ver que estrategias y practicas adquiero para ayudar a mis hij@s con esto...
    Beso grande, mirada admirada (admiro a tus niños, te admiro a tí, admiro tu vida)
    Gracias por compartir estas delicadas y puntiagudas tristezas.
    Felisa

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  5. A mi Hong, y en su nombre todos los que tienen alguna discapacidad, no me dan ni pena, ni lastima.
    Me parece un valiente, como tantos otros, del cual tengo mucho que aprender.
    Y a los que miran y no saben ver, pues que les den...
    Algunos tenemos discapacidades visibles y otros las llevan por dentro, la falta de empatia, de sensibilidad, de respeto, etc., son discapacidades graves, y no las arreglan la cirugía ni los implantes.
    Respecto a como lo va a vivir el, igual te sorprende tu hijo, estoy segura.
    Un beso

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  6. A ellos les dolerá y eso les hará crecer, no quieras (aunque en el fondo del corazón es lo que todas las madres desearíamos)hacer de paraguas de esas miradas, no vas a estar siempre, mírale y hazle fuerte y enséñale a quererse a sí mismo para que esas miradas no sean capaces de herirlo.

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  7. Todo eso ya lo sé...debemos de hacerlos fuertes...pero...a Hong...cómo? Tiene que llevar para adelante muchas cosas...Mi hija también, aunque menos...Fué una de las cosas primeras que pensé...cuando supimos de su sordera..."sordo, chino y con una cara algo deforme, qué será de él"...
    Yo ya no pienso así...sé que yo le daré la fuerza, la dignidad para que él se sienta fuerte y digno...pero, no me digáis que es fácil...hay que tirar de un carro muy complejo...

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  8. Fácil, no desde luego, la misma vida es ya de por sí difícil, por lo menos a ratos.
    Cuando dices que tú le darás la fuerza, eso es así desde luego, pero no olvides la que el tiene, que es mucha, porque tu hijo es un superviviente.
    Somos madres de pequeños grandes héroes, no lo olvidemos.
    Un besazo

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