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viernes, 4 de octubre de 2013

La muerte me habla de mi padre

Me ha tocado un papel que nunca habría escogido libremente.Un papel odioso, porque está impregnado de la desesperanza que siempre trae la muerte de su mano. Es el papel de espectadora del adiós de uno de los seres que más quiero, que más admiro, que adoro. Mi padre va a morir. No sabemos cuándo ocurrirá esa muerte física que te separa, para siempre, del contacto con esa persona. Pero va a ocurrir. De hecho, está ocurriendo ya...está muriendo poco a poco...la muerte le está obligando a saborear la hiel de su presencia, de su absurdo y cruel baile... Sabemos casi con seguridad qué padece mi padre, y ya nos han dicho que esa despedida será muy difícil, dolorosa y trágica.Irá muriendo minuto a minuto, bueno, ya lo hace...y además se percatará absolutamente de su fallecimiento cada día. Ese es el diagnóstico probable nos han dicho; casi seguro, añado yo. Y ahora qué? Qué hacemos? Qué quiero hacer? Qué puedo hacer? Él no sabe nada de estos nefastos datos de su vida, pero los intuye. Es muy inteligente, como la mayoría de los que se percatan de que la vida empieza a escaparse de sus planes. Constantemente nos increpa, nos fuerza a manifestar que no le estamos mintiendo, pero...sí, el caso es que le mentimos, porque no queremos regalarle más dolor del que él ya siente, al verse casi inmóvil, casi mudo, impotente ante un destino que nunca le debió buscar a él, un hombre bueno, un buen hombre, un ser magnífico, un padre excepcional...y una Enorme Persona. Alguien me dijo un día que "uno muere como vive"...MENTIRA!! Esa es una falacia más, como muchas, de las que inventó la alta sociedad manipuladora para acallar al pueblo con esa moral espiritual reglada que nos hace esclavos de dichos y refranes. Me encuentro en un callejón con doble salida y no sé cuál debo escoger. Me siento obligada a siempre decir la verdad, es mi premisa de vida, y mi padre tiene derecho a saberla, porque él, que está totalmente capacitado para tomar decisiones sobre su futuro, podría darme las precisas indicaciones de cómo quiere morir. Pero, la verdad es tremenda, tan dura...tan trágica...que...podría hundirlo aún más y precipitar las previsiones médicas. Y me pregunto, qué necesidad tiene de saber cómo será su final? Y me pregunto, qué derecho tengo yo a manipular las decisiones que deben ser tomadas por mi padre? Qué mierda!!! Siento este post tan, tan triste...lo siento mucho...