Vistas de página la semana pasada

lunes, 21 de febrero de 2011

Profundamente

¿Cuándo se empieza a querer a un hijo profundamente? ¿Cuándo empecé a querer a mi hijo profundamente?

Quizás esta pregunta os suene a...¿cómo?...Siendo madre se supone que a tu hijo lo quieres desde el inicio, desde el principio, desde que te lo ponen en tus brazos...y como madre sientes que debe de ser así...es obligatorio?...Xiao ya sabe de qué le hablo.

El caso es que a Hong lo quise nada más comenzar mi segundo expediente adoptivo, ya lo sentía; lo quise cuando llamaron para anunciarnos que él existía...lo ame más cuando lo ví, su primera imagen; lo amé cuando lo pusieron en mis brazos....¿qué pasó entonces que no pude amarlo profundamente cuando comprobé que algo no iba bien en él?...A veces, no soporto el dolor que siento cuando recuerdo que no quise a mi hijo como hubiera debido amarlo, profundamente, desde el comienzo de nuestra historia filial...¿fue el choque que recibí, que me incapacitó para actuar como debería haberlo hecho?...quedé paralizada...¿se puede paralizar el corazón de una madre?
En un blog que visito, de vez en cuando, se habla del apego y del vínculo...creo que yo no hice el apego de inmediato con mi Hong, me costó reconocer y asumir más de lo que yo estaba dispuesta querer en mi niño...el que soñé, no el que la vida me dió...Esto me ha costado meses. Ahora, que ha pasado el tiempo, cuando las cosas poquito a poco van cambiado o cuando yo las voy viendo con otra óptica, sé y siento que adoro a mi hijo y que lo amo profundamente tal y como es...tal y como será...tal y como fue...tal y como debía haber ocurrido desde nuestros inicios juntos...


5 comentarios:

  1. Gracias Mei, por publicar estas experiencias vitales tan importantes; te agradezco enormemente que las compartas; así sabré identificar un poco mis sentimientos en cuanto encuentre a mi querid@ hij@, que tanto nos hace esperar,..., sabré un poquito más sobre que terreno piso..., y sabré confiar más en mi misma.
    Mil gracias por esta entrada.
    Un abrazo
    Felisa

    ResponderEliminar
  2. Gracias por tener la valentía de compartir estos sentimientos.
    A mi también me costó amar a mi segunda hija profundamente, porque no era la que yo quería la que yo había soñado y me sentía muy muy mal.
    Hemos aprendido mucho juntas y hoy nos queremos con locura pero el proceso a sido largo y doloroso en muchos momentos.
    M.

    ResponderEliminar
  3. Gracias a vosotras...cuando recuerdo y escribo estos sentimientos que sentí...me siento muy mal, horrible...me cuesta mucho aceptarme en aquellos días...el bálsamo es "el ahora" con mi hijo...Cómo soñé a mi primer retoño. fue o mejor aún...con Hong nada fue como pensé y eso que lo imaginaba peor que el primero...ya contaré el momento del impacto...esos días de oscuridad...

    ResponderEliminar
  4. Como te entiendo...
    yo pensaba que no podía querer mas de lo que quiero a mi hijo mayor, era el niño "perfecto" y un día las cosas empiezan a torcerse y sin darte cuenta te quedas ante ese niño y le miras y por tu corazón pasa fugaz el pensamiento de este no es el niño al que quiero, me lo han cambiado y te toca borrar de tu corazón tus espectativas e ilusiones sobre ese hijo y volver a la realidad y aprender a amarlo por lo que es y no por lo que tú te imaginas que es o será.
    Y lo peor es que ese re-aprender a querer a nuestros hijos va a ser una constante en nuestra vida, lo veo en muchos padres de adolescentes que les resulta imposible deshacerse de la idea que tienen sobre sus hijos y empezar a amar a los desconocidos que tienen viviendo bajo su mismo techo.
    La suerte es que nosotras tenemos un poco de esa lección aprendida

    ResponderEliminar
  5. Cuantas veces hemos hablado tu y yo de esto, de el "amor instantaneo", de ese amor que se presupone y que todo el mundo asume.....
    Vivimos muchas emociones juntas, aquella montala rusa de sentimientos y estados de ánimo.
    Mei, que no te pese nada de lo que has sentido. Lo bueno y lo malo te han llevado a donde estás, os han llevado a Hong y a ti a tener lo que tenéis.
    Y somos humanas.... y hay cosas que son más fuertes que una misma. Pero has podido con ello, así que la fuerte has sido tú.
    Muchos besos

    ResponderEliminar